De entre las diferentes fórmulas que existen para colocar ventanales en las cubiertas de los edificios, la claraboya aparece como una de las más prácticas. Las razones por las que comprar claraboyas son múltiples: ofrecer una vía de ventilación, aportar luminosidad al habitáculo y brindar una salida al tejado.
Dentro de nuestro catálogo online es posible encontrar diferentes diseños para seleccionar el que mejor se adapte a nivel estético o bien a nivel funcional. Entre ellos: apertura de husillo y manivela, apertura eléctrica, apertura con salida y apertura con mando a distancia.
Dispone de un sistema de manivela para proceder a su apertura y es el husillo, un tornillo alargado, el que propone la resistencia para mantener el ventanal abierto y de esa forma ventilar. Su fabricación puede ser con una (monovalva) o dos (bivalva) pieles de metacrilato. Esta última opción mejora los rendimientos de aislamiento acústico y térmico.
Dispone de un sistema mecánico que funciona con un motor eléctrico. La conexión se realiza con un interruptor que se sitúa en la pared y al accionarlo se produce la apertura de forma automática. Además de cómoda, esta es una solución para techos altos.
Compuesto por uno o dos amortiguadores, que frenan el ventanal para evitar que supere los 90 grados de apertura, cuenta con un asa en su base interior para permitir que sea manipulada. Se fabrican de diferentes formas, si bien las más corrientes son redondas o rectangulares.
La opción más confortable y con un funcionamiento similar al de la claraboya por pulsador. Cuenta con un motor eléctrico que se acopla al transmisor y tan solo precisa de una toma de corriente para completar su instalación.
Fabricada con dos pieles de metacrilato, con el fin de aumentar el aislamiento térmico y acústico, esta variedad consigue evitar la condensación gracias a que forma una cámara de aire. Ofrece, además, mayor filtración de la luz al estar fabricada de manera 100% transparente.
La parte de la cúpula suele realizarse con metacrilato ya que este material es capaz de enfrentarse a los rayos UVA sin sufrir grandes degradaciones. Esta se une con el zócalo, que se fabrica con poliéster y con un refuerzo de fibra de vidrio o PVC.
De entre las diferentes fórmulas que existen para colocar ventanales en las cubiertas de los edificios, la claraboya aparece como una de las más prácticas. Las razones por las que comprar claraboyas son múltiples: ofrecer una vía de ventilación, aportar luminosidad al habitáculo y brindar una salida al tejado.
Dentro de nuestro catálogo online es posible encontrar diferentes diseños para seleccionar el que mejor se adapte a nivel estético o bien a nivel funcional. Entre ellos: apertura de husillo y manivela, apertura eléctrica, apertura con salida y apertura con mando a distancia.
Dispone de un sistema de manivela para proceder a su apertura y es el husillo, un tornillo alargado, el que propone la resistencia para mantener el ventanal abierto y de esa forma ventilar. Su fabricación puede ser con una (monovalva) o dos (bivalva) pieles de metacrilato. Esta última opción mejora los rendimientos de aislamiento acústico y térmico.
Dispone de un sistema mecánico que funciona con un motor eléctrico. La conexión se realiza con un interruptor que se sitúa en la pared y al accionarlo se produce la apertura de forma automática. Además de cómoda, esta es una solución para techos altos.
Compuesto por uno o dos amortiguadores, que frenan el ventanal para evitar que supere los 90 grados de apertura, cuenta con un asa en su base interior para permitir que sea manipulada. Se fabrican de diferentes formas, si bien las más corrientes son redondas o rectangulares.
La opción más confortable y con un funcionamiento similar al de la claraboya por pulsador. Cuenta con un motor eléctrico que se acopla al transmisor y tan solo precisa de una toma de corriente para completar su instalación.
Fabricada con dos pieles de metacrilato, con el fin de aumentar el aislamiento térmico y acústico, esta variedad consigue evitar la condensación gracias a que forma una cámara de aire. Ofrece, además, mayor filtración de la luz al estar fabricada de manera 100% transparente.
La parte de la cúpula suele realizarse con metacrilato ya que este material es capaz de enfrentarse a los rayos UVA sin sufrir grandes degradaciones. Esta se une con el zócalo, que se fabrica con poliéster y con un refuerzo de fibra de vidrio o PVC.
